Es una enfermedad vírica aguda, hemorrágica de elevada mortalidad, transmitida por el mosquito Aedes Aegyptis. Los síntomas más frecuentes son fiebre súbita, escalofríos, cefalea, lumbalgias, dolores musculares, pérdida de apetito, náuseas o vómitos e ictericia (coloración amarilla).
Vía de administración: Subcutánea en la región del deltoides.
Esquema de vacunación: Una dosis y refuerzo cada 10 años.